«Tenemos una responsibilidad con nuestra comunidad y con nuestro ambiente.» – George Autobee
La historia de George forma parte de nuestra serie de blogs junto con el primer Manual de Política de Justicia Climática para Latinos en Colorado.
Históricamente, los responsables de la política ambiental no han comprendido plenamente la intersección de la política de conservación y los problemas únicos que afectan a las comunidades latinas en todo Colorado. Protégete creó el Manual de Políticas como una herramienta para ayudar a las comunidades a abogar por soluciones que allanen el camino hacia la resiliencia climática. También ayudará a que los responsables políticos entiendan mejor las desigualdades ambientales que enfrentan las comunidades latinas en Colorado. Ilustra el contexto histórico del racismo ambiental sobre las comunidades latinas, proporciona datos innovadores, y presenta una gama de soluciones para resolver los problemas ambientales más apremiantes que los latinos en Colorado están encarando actualmente. Esta serie de blogs profundiza en las historias de los líderes comunitarios que están experimentando y abordando muchos de los temas que el manual de políticas describe.
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George Autobee es un descendiente de los primeros pobladores mexicanos en el sur de Colorado. Él sirvió en la primera división del cuerpo de Marines en la guerra de Vietnam y fue galardonado con el Corazón purpura con una estrella dorada. Un investigador demográfico, ha producido muchos documentales, libros y programas de televisión especializándose en la historia y dificultades de las comunidades hispanas y latinas en el sur de Colorado.
En esta entrevista editada, George explica como la justicia ambiental está conectada con la pelea más amplia por la democracia y los derechos de los latinos en Pueblo.
«Eso encendió un fuego en mí.»
Yo viví en Pueblo hasta que me fui a la universidad, pero mi conciencia ambiental en verdad comenzó con el servicio militar. En Vietnam, el ejército estadounidense fumigo un químico poderoso llamado agente naranja para matar a los árboles y siembras para que el VietCong y el ejército del norte de Vietnam no tuvieran un lugar donde esconderse (luego se dieron cuenta de que ellos estaban bajo tierra, así que en realidad no importó). No lo sabíamos en el momento, pero cuando ellos fumigaron el agente naranja, o se esparció en el aire, la tierra, el agua o cualquier persona que estaba en el campo – incluyendo los civiles vietnamitas y las tropas americanas – fueron expuestos.
La limpieza de la contaminación del agente naranja en Vietnam eventualmente se convirtió en una de las actividades ambientales más grandes que los Estados Unidos habría estado envuelto. Pero no nos dimos cuenta del impacto en ese momento – solamente después cuando las personas se empezaron a enfermar. La contaminación Entra en tu sistema, y empiezas a perder tejidos grasosos conforme envejecés, comienza a surgir. A los veteranos se les fue diagnosticado con muchos diferentes tipos de cáncer, y otras enfermedades tales como la diabetes. Yo soy uno de ellos, yo estuve cargando ese agente naranja conmigo como si fuera una bomba de tiempo.
Así que eso me hizo tener mucha conciencia de lo que estamos haciendo, envenenando a nuestras tropas y a toda esa área en Vietnam. Eso en verdad encendió un fuego en mí.
«Cuando estás en el ambiente campestre en lo alto de las montañas, la realidad completa te pega en referencia a lo que está sucediendo con el ambiente.»
La otra razón que me llevo a este movimiento fue que a mediados de los noventas tuve la oportunidad de ser un entrenador con la escuela Outward Bound de Colorado. Nosotros llevamos a personas a las áreas silvestres, al campamento de la escuela Outward Bound en Leadville, por unos días. Y los exponíamos al ambiente campestre. Nosotros estábamos escalando montañas, escalando rocas y caminando con zapatos de nieve; pasando las noches en nuestras tiendas de campaña. Nosotros estábamos afuera en la intemperie.
Para la persona promedio, esto era completamente fuera de su realidad. Para mí, era maravilloso. Me sentía en casa. Lo amaba – viviendo ahí, en los bosques. Yo viví en la jungla alrededor de 10 meses cuando estaba en Vietnam, así que esto era sólo otra manera de seguir viviendo. Mientras que tú te cuides a ti mismo y obtengas lo que necesitas, tú vas a estar bien.
Cuando estás en el ambiente campestre en lo alto de las montañas, la realidad completa te pega en referencia a lo que está sucediendo con el ambiente. Cuando ves a la madre naturaleza, la contaminación que está tomando lugar, el impacto que está teniendo. Y es real. Tú puedes ver los cambios con el clima. Eso para mí en realidad me inculcó el tratar de no solamente ser una persona que es consciente ambientalmente, sino que también ser proactivo con referencia al ambiente.
«Sobre los últimos 40 años, no ha cambiado mucho en esas comunidades.»
Yo regrese a Pueblo para mis estudios universitarios en los setentas, y luego mi realidad más grande con respecto al ambiente fue el cómo la fábrica de metales sacaba toda esa contaminación. Aquí en el sur de Colorado, hemos visto desde que yo era joven la contaminación y el impacto que tiene en nuestras comunidades.
Por alrededor de un año, yo viví a cuatro cuadras de la fábrica de metales. A las 4:00 de la mañana cuando todos dormían, ellos empezaban a evacuar todo eso. Y, hombre, yo caminaba afuera y sentía como si estuviera bajo un ataque de gas. Apenas podía respirar. Y el olor era algo diferente. En los vecindarios donde la contaminación era peor, el lado este bajo y en Salt Creek, son predominantemente chicanos. Pero al mismo tiempo, la fábrica de metales estaba sufriendo económicamente y miles de personas perdieron su trabajo. Así que las personas miraban el humo y la contaminación como prosperidad. Tú como persona no deberías de tener problemas con estas cosas, porque significaban mucho para nuestras comunidades.
Mi tesis de maestría fue un estudio socioeconómico de Pueblo. Pude utilizar datos del censo para demostrar que las áreas con los rangos de pobreza más altos estaban correlacionadas con donde los hispanos y chicanos vivían. Y sobre los últimos 40 años, no ha cambiado mucho en esas comunidades. El lado del este bajo, todavía se asemeja a un desierto, sin ningunas facilidades de salud y sin ningún supermercado real. En verdad se puede ver cómo las líneas rojas y el racismo ambiental impacto a nuestras comunidades.
Cuando era más joven, nosotros solíamos jugar en el río Fountain. Pero luego se contaminó bastante y ahora es de color café parecido a un desagüe que viene de Colorado Springs. El río Arkansas también está mal, es trágico. Un grupo de CSU Pueblo hizo unas pruebas después y encontró que la fábrica de metales había hecho todo esto derramando todos sus desechos del procesamiento de metales. Luego ellos vinieron y lo llenaron con tierra y pusieron casas encima de toda esa contaminación; este es el vecindario Bessemer en Pueblo.
Cuando esto salió a luz, ellos tuvieron que ir por todas estas casas y recoger al menos seis pulgadas de tierra porque todo estaba contaminado. Las personas se estaban volviendo locas porque el valor de sus viviendas estaba bajando. Yo dije “bueno, si no lo limpiamos, te vas a enfermar.”
Pueblo todavía cuenta con una de las últimas plantas eléctricas de carbón. La ironía es que nosotros no obtenemos nada de esa electricidad, todo se va hacia el norte. Ellos aún sugirieron el poner una planta nuclear en lugar de esa planta eléctrica. Aquí estamos contaminando nuestro aire con el carbón que están quemando ahora, y ellos no quieren remover y poner una planta nuclear – la cantidad de agua que tomaría es impresionante, sin mencionar la posibilidad de que algún tipo de accidente como el de Chernóbil pueda tomar lugar. Así que los ciudadanos estaban preocupados por eso.
«Necesitamos unirnos para un propósito común.»
Cuando tú creces en la comunidad piensas que todo alrededor es normal. Pero cuando te vas y te das cuenta de lo que está sucediendo y regresas como lo hice yo, uno dice ¡ay Dios mío! Estamos teniendo estos problemas realmente malos aquí, desde el crimen y la sobredosis de drogas hasta el racismo ambiental.
La comunidad aparenta ahora estar del lado del aire limpio. Pero todavía necesitamos desarrollar una mejor infraestructura para el activismo ambiental aquí. La abogacía puede ser bastante aislada. Todos se enfocan en su propia agenda. Yo no he visto a nadie traer a todas las intersecciones juntas. Necesitamos que otras organizaciones formen parte de una plataforma ambiental para que podamos ser consistentes cuando tomemos nuestro mensaje a los legisladores.
Mi familia ha estado aquí por mucho tiempo; mi ancestro Charles Autobee se estableció aquí cerca de Pueblo en el año 1853. Y por esa razón, tenemos una responsabilidad con nuestra comunidad y con nuestro ambiente. Tenemos un interés conferido en asegurarnos, las siguientes generaciones, que nuestros hijos y luego nuestros nietos todavía pueden vivir aquí. Y nosotros nos queremos asegurar que el agua sea limpia y que la tierra sea limpia por siempre.
Con esto del cambio climático… Por decir, ahora aquí en Colorado, está seco. Yo creo que el cambio climático en los fuegos forestales son las cosas más grandes por las que las personas se preocupan. Y espero que podamos ponerlo bajo control y podamos darle vuelta estas cosas.
Y es dar todo nuestro esfuerzo. El ataque del 6 de enero de 2021 en la capital de nuestra nación es un recuerdo de que hay personas que tienen agendas alternativas que no creen en el proceso democrático. Tenemos una responsabilidad de garantizar que nuestros procesos democráticos sean seguros para que podamos hacer un cambio positivo. Necesitamos unirnos para un propósito común. El saber que hay un movimiento que está apoyando las mismas realidades que nos ayuda a salir hacia delante. Ese es nuestro llamado”