¡Conoce a Beatriz Soto, nuestra nueva directora de Protégete!

Charlamos con Beatriz sobre su historia y su visión para Protégete, nuestro programa para desarrollar líderes ambientalistas latines en Colorado.

¿Puede presentarse y hablarnos de su visión sobre la protección del clima, la tierra, el aire, el agua y las comunidades de Colorado? 

Mi nombre es Beatriz Soto. Estoy muy emocionada de ser la nueva directora de Protégete en Conservación Colorado. Soy la pasada directora de Defiende Nuestra Tierra para Wilderness Workshop. Y antes de eso trabajaba como arquitecta con equipos diseñando edificios sostenibles de alto rendimiento en el Valle del Roaring Fork y en México. Soy cofundadora de Voces Unidas de las Montañas, la primera organización sin fines de lucro de abogacia creada y dirigida por latinos en la región montañosa central de Colorado. En 2020, el año en que me convertí en ciudadano estadounidense, me postulé como candidata para comisionado del condado de Garfield. Mi pasión es apoyar a nuestra comunidad latina en la creación de poder económico y político.

Soto fue una candidata para comisionado del condado de Garfield en 2020.

Mi visión es que la diversidad de nuestras comunidades a nivel estatal sean representadas en las mesas de toma de decisiones y que juntos creemos soluciones para abordar las causas fundamentales que llevaron a la injusticia ambiental y climática en primer lugar: la injusticia social, el racismo y la injusticia económica. Históricamente, estos movimientos han estado tan aislados, y no hemos pensado en cómo se entrelazan todos estos problemas; hemos visto que se tienden a crear soluciones que desafortunadamente ponen una mayor carga para las comunidades tradicionalmente  excluidas y que sigan perpetuando una sociedad injusta. 

Mientras abordamos el cambio climático y protegemos nuestra agua y tierras, también tenemos que proteger a todas las personas que forman parte integral de nuestras comunidades: nuestra mano de obra, nuestros inmigrantes, nuestros jóvenes, adultos mayores y aquellos que no pertenecen a la cultura dominante. Tenemos que asegurarnos de que todos tengan la oportunidad de formar parte y de beneficiarse de las soluciones que creemos.  

¿Puedes contarnos un poco sobre de dónde vienes y cómo llegaste a llamar tu hogar a las montañas de Colorado? 

Crecí en este país como una niña indocumentada, en un hogar donde se hablaba solamente español. Mi familia, como muchas otras, trabajaba en el sector de la construcción, principalmente en la tablaroca. En aquel tiempo, mi familia se reubicó varias veces buscando el sueño americano. Mis padres no encajaban en el perfil de la mano de obra agrícola que habría proporcionado un camino hacia la ciudadanía y en aquel entonces, no había un camino claro para los jóvenes indocumentados en este país. Así que cuando tenía unos 11 años nos mudamos de regreso a México. Pero poco después, mi padre falleció. Es increíble cómo la pérdida de un miembro de la familia puede iniciar rápidamente una espiral de regreso a la pobreza. Así que tuvimos que volver a Estados Unidos. Y fue entonces cuando encontramos nuestro hogar en el valle del Roaring Fork, en las montañas de Colorado. 

Me gradué de Basalt High School, luego volví a México para estudiar arquitectura y esta experiencia fomentó una fuerte conexión entre mis dos identidades. A pesar de que seguía siendo indocumentada, me sentía muy americana. Siempre estaba navegando por estos dos mundos a los que pertenezco. Así que me mudé de nuevo al valle del Roaring Fork para trabajar en arquitectura y construcción sostenible, y después de muchos años me convertí en ciudadana estadounidense. 

La región de las montañas centrales es definitivamente el lugar donde quiero estar para criar a mi hijo y es la comunidad de la que quiero formar parte. Hace ya 22 años que estoy en esta área y tengo fuertes conexiones con esta región y su gente. 

Me encanta vivir en Colorado. Me encanta disfrutar de cada estación del año. Me encanta que sean tan distintas. Me encanta hacer snowboard y aventurarme en las raquetas de nieve durante el invierno, e incluso deslizarme por una colina en un tubo con mi hijo de 10 años. En el verano, me encanta ir a festivales de música, estar en el parque, hacer paddleboarding y comer carne asada con mi familia. Las excursiones de otoño son mis favoritas. También me encanta la primavera, ver todas las flores silvestres que aparecen por todas partes. En todos los lugares del estado encuentro muchas sorpresas exquisitas. Es un lugar maravilloso para vivir.

¿Qué le inspiró a preocuparse tanto por nuestro planeta y por las amenazas medioambientales a las que nos enfrentamos?

Soto recuerda despertando a la crisis medioambiental cuando era muy joven, con su familia a la playa.

Siento que ser ambientalista siempre ha formado parte de mi cultura. Nuestro especialista en políticas de protección de las comunidades y la justicia, Jared Bynum, me ha dicho hoy mismo: “Todos nacemos ecologistas”. Eso me resonó. Algunos de mis recuerdos más antiguos es haber ido a la playa cuando era niña, y la basura y la contaminación me molestaban mucho. Desde pequeña no toleraba ver sufrir a cualquier tipo de animal o planta y simplemente recuerdo sentir empatía hacia todo ser vivo. 

Cuando me mudé a México, a finales de los 80 y principios de los 90, recuerdo que todo el mundo tenía envases de vidrio para los refrescos y la cerveza que guardabas y luego sólo pagabas por intercambiar el líquido. Recuerdo que iba a la pequeña tienda de la esquina con mi bolsita reutilizable, antes de que fuera una moda. Y recuerdo que llevaba una servilleta reutilizable, bordada por mi abuela a la tortillería y te cobraban un poco más por usar papel para envolver tus tortillas, si no llevabas tu servilleta de tela. Para mi todas estas prácticas tenían mucho sentido. No puedo recordar ninguna parte de mi vida sin preocuparme por el mundo natural y el medio ambiente.

¿Cómo relacionas tu formación en arquitectura, construcción ecológica y diseño sostenible con tu trabajo de defensa y activismo actual? ¿Qué te llevó de uno a otro?

Ingresé en el movimiento ecologista por mis valores y en el mundo del activismo por mi condición de inmigrante indocumentado. 

A principios de la década del 2000, diseñaba casas ecológicas. Ganaba concursos de arquitectura. Pero al mismo tiempo, vivía una vida doble: protestaba en Denver por la reforma migratoria. Salía a la calle y decía: “Estamos aquí, somos parte integral de esta comunidad. Merecemos que se nos reconozca por lo que  aportamos a nuestras  comunidades y merecemos protección”. Así que la demanda por reforma migratoria y la representación justa de los latinos en este país es realmente donde mi activismo comenzó a desarrollarse.

Soto y su familia marcharon con miles de latinos en Denver en 2006, protestaron leyes nacionales anti-inmigrantes.

Cuando Trump llegó a la presidencia, fue la gota que derramó el vaso, fue cuando realmente me di cuenta de que necesitaba usar mis habilidades, mi voz y cualquier pequeño privilegio que tuviera para hacer más por mi comunidad. En medio de  la crisis climática y viendo los incendios forestales alrededor del valle del Roaring Fork, viendo que nuestros servicios de emergencia están realmente fallando a mi comunidad, viendo que estamos sobre desarrollando para los ricos en esta área, empecé a sentirme como parte del problema y no como parte de la solución. Casi sentí que era mi redención para volver a mis valores y hacer realmente el bien para mi gente y para el medio ambiente.

¿Qué hace que el programa Protégete sea único y qué esperas de lo que tu equipo junto a las comunidades de Protégete puedan lograr?

He trabajado en muchos ámbitos, especialmente dentro del movimiento ecologista, en los que sabía que no podía presentarme con toda mi identidad y en los que era la única persona no blanca-anglosajona en la sala. Protégete es ese espacio en el que se nos permite presentarnos como personas plenas, con todo el esplendor de nuestra identidad y defender a nuestra Madre Tierra, defender nuestra cultura, defender nuestras tradiciones centradas en la conservación y la protección del medio ambiente. Y cuando se nos acepta tal como somos y tenemos espacios para celebrar y se valida  nuestra forma de ver el mundo, podemos lograr grandes cosas. 

La comunidad latine no es el público ecologista históricamente blanco en este país, pero tenemos mucho poder electoral. Somos el grupo demográfico de más rápido crecimiento en este país. Cada 30 segundos un latino cumple 18 años y puede votar. Protégete se creó de forma estratégica para situar a nuestra comunidad al frente del ecologismo, el cambio climático y la conservación.

Protégete está específicamente posicionado para ayudar a crear un movimiento medioambiental a nivel estatal que sea más inclusivo y tenga una mejor representación, un movimiento que realmente comparta el poder y entienda que todos nuestros problemas están interconectados. La comunidad latine se enfrenta a muchas barreras interseccionales para participar en nuestra democracia y estar en las mesas de toma de decisiones, desde el idioma hasta la disponibilidad de tiempo y la situación económica en nuestras comunidades. En Protégete hablamos el idioma, entendemos la cultura y tenemos las mismas experiencias vividas por muchos en nuestras comunidades. Somos parte integral de nuestras comunidades y tenemos la autonomía para cambiar cómo hacemos el trabajo de tal manera que se encuentre con la gente donde está y asegurar que se prioricen las soluciones climáticas y ambientales impulsadas por nosotros mismos.

¿Puede darnos un vistazo al trabajo que está haciendo Protégete para involucrar a las comunidades latinas en todo el estado sobre sus preocupaciones?

Protégete se asoció con otras organizaciones enfocadas en nuestra comunidad latina de Colorado para escuchar directamente de los miembros de la comunidad sobre sus problemas y retos más urgentes. Nos estamos centrando más en las soluciones impulsadas por la comunidad, en las que primero involucramos y conversamos con las comunidades afectadas para entender la situación y juntos crear soluciones, en lugar de llegar después con soluciones a problemas que asumidos, en donde no hubo participación cívica de dichas comunidades. Las personas que se enfrentan a la injusticia medioambiental y climática viven los problemas a diario y también conocen las soluciones que serán más efectivas para ellos y sus familias.

Soto conjuntó con otra gente de Garfield County para Latino Advocacy Week en marzo 2020.

Este trabajo también nos informará sobre los retos que están viviendo nuestras comunidades latines en su conjunto y cómo las prioridades latinas se entrelazan con los problemas medioambientales, de conservación y climáticos. Por ejemplo, esto podría ayudarnos a encontrar oportunidades para que las pólizas políticas medioambientales ayuden a abordar la inseguridad e inaccesibilidad en la vivienda. Cuando nuestras comunidades se ven obligadas a reubicarse en las afueras de las ciudades donde trabajan y se ven obligadas a  realizar largas rutas diarias para ir al trabajo, eso se suma a la crisis climática. Este escenario también se trata de un problema medioambiental y hay una solución con políticas ambientales para mantener a las comunidades donde están, mantener la vitalidad de sus barrios y colonias, reducir los desplazamientos y ayudar a cumplir los objetivos de transporte efectivo y metas para combatir el cambio climático. El compromiso con nuestras comunidades realmente nos da una perspectiva más amplia sobre los problemas que están conectados con la injusticia ambiental y el trabajo que Conservation Colorado está priorizando. 

También espero establecer Protégete a nivel estatal, entendiendo que hay comunidades latines en todo el estado que enfrentan barreras y retos únicos. Por ejemplo, en el Valle de San Luis, tenemos algunas de las familias originales que han cuidado de la tierra desde antes de que Colorado fuera parte de los Estados Unidos. Los latinos de Pueblo están rodeados de zonas contaminadas que perjudican su salud y al mismo tiempo enfrentan los mayores índices de desempleo en el estado. Ahora, si vamos a la parte norte del estado, tenemos mucha agricultura, ganadería, plantas procesadoras de carne y es territorio de extracción petróleo y gas. La comunidad latina de allí y sus prioridades medioambientales van a ser diferentes a las de Commerce City y el área metropolitana de Denver. Lo mismo ocurre con las comunidades del oeste del estado, desde el condado de Mesa hasta el valle de Roaring Fork, de Telluride hasta Durango. Nos enfrentamos a problemas diferentes, pero todos nos enfrentamos a algún tipo de degradación medioambiental y todos deberíamos formar parte de la solución climática, ya que a todos nos va a impactar.

Por último, ¿cómo pueden los miembros de Conservation Colorado apoyar el trabajo de su equipo y a la comunidad de Protégete?

Me gustaría dirigirme a la comunidad medioambiental de nuestro estado, y espero que puedan acoger y dar la bienvenida a nuevas voces. 

El movimiento ecologista en este país ha tenido durante mucho tiempo una narrativa de protección y conservación por el bien de la “naturaleza”, que en realidad termina siendo sobre cómo el hombre blanco y la cultura dominante piensan que la naturaleza debe ser protegida y quién se beneficia de dichas protecciones. Tenemos que cambiar esta narrativa y pensar en cómo las comunidades y el medio ambiente están conectados. Estamos todos juntos en esto. Al fin y al cabo, todos intentamos desarrollar comunidades prósperas, un futuro estable y hermosos ecosistemas saludables que estén protegidos para el bienestar humano y su rica biodiversidad.

Y, por lo tanto, realmente invito a las personas a educarse más sobre cómo todos estos temas están interrelacionados, ampliar su visión del movimiento ambiental y realmente comenzar a comprender las perspectivas de la comunidad negra, latine e indígenas sobre cómo nos relacionamos con este movimiento y por qué la protección del medio ambiente es tan importante para todos nosotros. Invito a las personas a seguir a Protégete en Facebook, participar en nuestros eventos y donar a Conservation Colorado para apoyar nuestro trabajo. Compartamos el poder.